La Organización de Naciones Unidas presentó sus “principios fundamentales para la integridad de la información”, dirigidos a combatir la desinformación en línea, con énfasis en propuestas para revisar el modelo publicitario de las plataformas y redes sociales.
“Cuando la integridad de la información está en el punto de mira, también lo está la democracia, que depende de una percepción de la realidad compartida y basada en hechos”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la presentación de este código de conducta.
Hace un año, el jefe de la ONU, que libra desde su puesto una batalla para regular el “riesgo existencial” para la humanidad que representa la desinformación en línea, incluso antes del meteórico desarrollo de las nuevas herramientas de inteligencia artificial (IA), propuso elaborar unas orientaciones básicas que sirvieran de referencia en este ámbito.
Tras consultar a diversos actores del sector, el documento, que no tiene carácter vinculante, enumera cinco principios: confianza y resiliencia social; medios de comunicación independientes, libres y pluralistas; transparencia e investigación; empoderamiento público; e incentivos positivos. La ONU espera que estos principios sean aplicados por las plataformas, los medios de comunicación, los gobiernos y la propia Naciones Unidas.
Las grandes empresas tecnológicas
Aunque se acusa a algunos Estados de ser fuentes de campañas de desinformación, el documento se centra en las grandes empresas tecnológicas que permiten la difusión de estos mensajes, a través de las redes sociales y los motores de búsqueda.
La ONU les pide que se abstengan de publicar información falsa y discursos de odio, y en particular que refuercen las medidas para garantizar la integridad de la información durante las campañas electorales.
“La desinformación y el odio no deberían tener máxima exposición ni generar ganancias masivas”, insiste también el texto, que pide replantear los modelos de publicidad automatizada (”publicidad programática”) que utilizan las plataformas.
Sin derechos de las mujeres no se entra a ONU“Un diseño tan opaco puede llevar a que los presupuestos publicitarios financien inadvertidamente a personas, entidades o ideas que los anunciantes tal vez no tenían la intención de apoyar, lo que puede constituir un riesgo material para las marcas”, señala.
En resumen, las empresas tecnológicas deben priorizar “la integridad de la información, y no un modelo de negocio para hacer más dinero”, y los gobiernos deben regular de forma que se “respeten los derechos humanos y la libertad de expresión y la protección de los periodistas”, resumió Guterres.